Cada miel natural es única: por sus componentes, sabor y color, no hay una cosecha igual a la anterior o a la siguiente. Las variaciones dependen principalmente de la cantidad de néctar recolectado por las abejas durante un año, factor que determina la calidad del producto.
En general, la miel se puede clasificar, y se distingue entre mieles que proceden de néctar y mieles de mielada; ambas, a su vez, se clasifican en variedades según la planta que predomine. Las abejas liban diversos tipos de flores, pero la mayoría de las mieles puras proceden en su mayor parte de una fuente de alimentación.
Las diferencias entre mieles saltan a la vista con tan solo observarlas. Podemos hablar de color, textura y sabor. La gama de colores puede ser muy extensa, partiendo desde el blanco o tonos dorados hasta el color marrón rojizo o negro. Por otro lado, unas mieles son líquidas y otras sólidas, dependiendo del tipo de azúcar que predomine en ellas. La miel también presenta una gran variedad de sabores. Existen mieles de aroma solo ligeramente dulce y poco gusto y, otras, en cambio, son intensamente afrutadas o muy florales y dulces. También existen variedades con menos dulzor y una nota ligeramente amarga.
Analizando más en profundidad las distintas mieles naturales junto con sus efectos beneficiosos para la salud, nos encontramos con una de las mieles más comunes: la miel de flores. Esta miel es muy adecuada para la prevención y tratamiento de resfriados e inflamaciones de garganta y senos paranasales, así como de afecciones de la boca. Además, las personas alérgicas al polen pueden notar una gran mejoría tomando de una a tres cucharaditas cada día. Este truco es aún más eficaz si se hace con miel en panal, que se mastica con la cera y contiene más polen. Puedes consultar nuestros panales de miel y probar algo único y exquisito.
Por otro lado y siguiendo con nuestros otros tipos de mieles tenemos la miel de tomillo, excelente para el tratamiento de enfermedades respiratorias porque tiene efectos expectorantes, diaforéticos y desinfectantes. Debido a su acción antibacteriana y fungicida, también es ideal para el tratamiento de heridas y de un amplio abanico de enfermedades de la piel. Así pues, es idónea para revitalizar y reforzar el estado general de salud.
Y para terminar, no podíamos dejar de lado la miel de bosque, la cual contiene muchos minerales y actúa favoreciendo la expectoración en enfermedades de las vías respiratorias, así como la miel de azahar, que contribuye a que el cuerpo aproveche mejor las vitaminas y los minerales.
Ahora te toca a ti… ¿A qué esperas para probar estas maravillas que nos ofrece la naturaleza?