Leche y miel, tal como ya sabía Cleopatra, conforman un cosmético excepcional. La reina de Egipto, que con su belleza sedujo a Julio César primero y a Marco Antonio después, se bañaba en leche, aunque no fuera de vaca, sino de burra.
Leche y miel, tal como ya sabía Cleopatra, conforman un cosmético excepcional. La reina de Egipto, que con su belleza sedujo a Julio César primero y a Marco Antonio después, se bañaba en leche, aunque no fuera de vaca, sino de burra.